Las cosas se asientan, ya estoy más positivo que la llegada, y me gustaría que mientras mantenga la sensación de aventurero, y antes de que todo se convierta en rutina, contar cómo fue el camino de mi primer día al trabajo en bicicleta, pues el trayecto en bici fue bastante revelador, (El Dr. Hoffmann y Einstein dan fé de que esto pasa).
Salgo de casa con la bici a las 7:50 aunque llevo despierto desde las 6:00, y esto es lo primero que veo (BOOOOM ! ):
Eso es, olor a cebada recien cortada, humedad en el ambiente, una pequeña iglesia al fondo y unas sombras larguísimas que adornan todo cuanto me rodea. Parece una postal, y probablemente podría ser una, rezaría algo así como “Suiza… mirar con moderación”.
Lo siguiente que veo me dejó sin habla un par de minutos la primera vez que me pasó. Fue subir la rampa sin tener ni idea de qué me esperaba arriba y de verdad que me quedé en un estado semi-catatónico, (Si hubiese habido alguien, porque no vi ni un alma durante todo el trayecto, seguro que hubiese pensado -¿Pero qué coño está mirando este idiota? Ah Pero … será que está buscando algo?… Em, Entschuldigung, bist du kranken? -).
He intentado reproducirlo en un vídeo a ver si podéis llegar a entenderme.
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Después de quedarme medio en coma embobado, y pensar que estaría mal llegar tarde la primera semana de trabajo continuo mi camino. A mi izquierda el río; se pueden ver los patos y hasta algunos cisnes, y a mi derecha se van sucediendo una serie de postales. Malditos suizos, incluso una arquitectura semi-soviética de casas amarillas no parece desencajar mucho en el paisaje… Creo que no hay nada que haya visto que no sea precioso.
Cruzo un RÍO con todas las letras, y llego a calles que me podrían recordar a algún puebo del norte como Mundaka. Son todo pequeñas casas, con encanto, y con un jardín decorado sucintamente; Da la impresión de que en ellas viven buenas personas. (Impresión, ya hablaré en otra entrada de los suizos). Mención de honor a la primera cosa fuera de sitio que me encuentro:
Efectivamente. ¡Un coche de choque que empieza a ser comido por la maleza! Pero bueno ¿qué se han creído? que pueden poner cosas desagradables a la vista en mitad de la calle ¿¡¡##!!!? Este coche está rompiendo la armonía del mundo, es ese bemol desagradable de un blues o la nota final amarga y afrutada de una cerveza, el fallo del Louie Louie de los Kingsmen,[Ironía modo off(?)]. En fin, creo que empiezo a entender porqué los suizos son tan perfeccionistas y ordenados… por que su maldito skyline es eso, perfecto, y si tu felpudo no está suficientemente limpio y ali(e)neado, me vas a joder la vista y no debes… En fin supongo que ya iré entendiendo esta cultura poco a poco.
Sigue el camino cuando poco a poco te vas dando cuenta de que te estás internado completamente en un bosque… que ha aparecido de la nada, en el que es imposible orientarse y en el que existen cientos de encrucijadas que consiguen acelerarme el corazón 10 ó 15 pulsaciones solo por el hecho de pensar que tengo que tomar la decisión de hacia dónde ir.
Es perderse en un bosque, bonito? Sí. Es perderse en un bosque, sabiendo que estás llegando tarde, y que puede que lleves pedaleando 5 minutos en la dirección contraria, divertido? No. Precioso, Sí, Divertido NO. Además pasa una cosa curiosa cuando estás medio perdido… Por alguna extraña razón, no quieres pararte a pensar si vas bien o mal. Que llegas a una encrucijada en la ves que hay que elegir entre una subida infernal en la que los cuádriceps se te van a poner al rojo, o un camino que ves como se va estrechando y al fondo parece que hay una curva … pues directo a la subida infernal, pero del tirón, que si hubiese alguien detrás no te habría visto dudar ni un momento. La cosa es no pararse solo en un bosque, no sé por qué pero no sale solo.
Y tras tanto pedalear (30 minutos si no te pierdes) llegas al Paul Scherrer Institute (Mi trabajo). Algo como sacado de un cuento de cienca ficción. En mitad de la puta nada, llegando en bici a través de un bosque medio encantado aparece de repente un centro científico donde se reunen personas que son de los mayores expertos en su campo del mundo, para trabajar, crear e ingeniar. Y todo esto en mitad de Suiza. La verdad es que sí que es todo un poco como de cuento sí… Y la cosa de que vaya yo a trabajar allí me pone un poco los pelos de punta. El sentirme “Ey tíos que yo soy parte de esto, soy parte de las postales perfectas que te guían a lo largo de un río precioso, y que te llevan a un bosque encantado y que a su vez todo lleva a uno de los centros tecnológicos más prestigiosos del mundo”
… Aunque sea una pequeñísima parte …
Pues hace que te entren ganas de comerte el mundo entero… de pensar que el mañana te pertenece a ti.
Creo que el mañana pertenece a quien luche por hacerlo suyo. Se suele decir que el cementerio está lleno de valientes; pero los cobardes que dijeron eso ahora están todos juntos en el mismo sitio. Qué ganas de levantarme.
“The sun on the meadow is summery warm
The stag in the forest runs free
But gathered together to greet the storm
Tomorrow belongs to me
The branch on the linden is leafy and green
The Rhine gives its gold to the sea (Gold to the sea)
But somewhere a glory awaits unseen
Tomorrow belongs to me
Now Fatherland, Fatherland, show us the sign
Your children have waited to see
The morning will come
When the world is mine
Tomorrow belongs to me
Tomorrow belongs to me
Tomorrow belongs to me
Tomorrow belongs to me
The babe in his cradle is closing his eyes
The blossom embraces the bee
But soon says the whisper, arise, arise
Tomorrow belongs to me
Tomorrow belongs to me”
Por finnnnn, al final he aprendido a hablar,…jeje
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