Día 5 en el País sin Surf. You are not going to hit harder than life kid. Parte II.

Previously on LOST,

Un hombre. Pedaleando. En el bosque. Sobre Maleza. De noche. Parte II.

-¿Cómo coño he llegado a esta situación?- Pensé. -¿En qué momento he perdido el control?- (Es increíble lo rápido que va el cerebro en estas situaciones). Estás pedaleando directamente por medio de la maleza. No te puedes parar y… Joder, esque me sentí hasta ridículo en determinado momento (Como el típico que un tío a una velocidad pasmosa por un bosque de noche, montando en bici por un sitio en el que ni siquiera ve el suelo y se va a matar en cuanto se le cruce una pequeña rama … pero no se para). Ese era yo, la adrenalina he de decir que en esos momentos me hacía llegar a un nivel del 100% de estrés. Esto ya no lo disfrutaba, esto era peligroso, en un bosque, de noche, lleno de locos asesinos (de esto estoy seguro), y pedaleando sobre maleza que hace que no veas el maldito suelo… esto ya era pasarse. (Mierda, coño, joder, puta).

No se cuanto tiempo estuve sobre la maleza, hasta que de repente, cual Rodrigo de Triana, sentado en el fondo de mi nervio óptico empezó una sensación de cosquilleo cada vez más firme. Oh dios, Oh DIOS. ¡¡¡¡Tierra a la vista!!! y no solo tierra, este camino sí que te suena!! Estás en el linde del bosque!!! Me abalancé hacia el camino cual diabético a por su insulina o cual suizo a la oportunidad de poner a parir a Alemania (Correcto) y entré en el camino. -Sí, joder!- No me lo podía creer. Ahora ya había encontrado el camino a casa… de hecho estaba a punto de decir adiós a este maldito bosqué… Y salí.

Según llegué a ver la Luna, cual buen bocachancla pasé en pocos minutos del: Mecagoenlaputa puto bosque de mierda al: Síííí Jodete bosque pringao, que has intentado matarme y no has podido turuit titituitutt!  La sensación de victoria supuraba por cada uno de mis poros (Eso, y unos 2 litros de sudor).

No os podeis imaginar lo bien que me sentía en ese momento, uno de estos pequeños momentos de plena satisfacción que te da la vida, donde por breves instantes pierdes el miedo a todo, tienes la sensación de que venga lo que venga podrás con ello y comerte el mundo será lo mínimo, porque como has salido de un bosque que no tenía más de 4 km de largo serás capaz de lo que quieras en la vida. (Nótese la ironía fina que el autor introduce a posteriori).

La sensación iba en aumento, ya había pasado el pueblo más cercano a mi casa y me quedarían unos 20 minutos en bici. Para que os imaginéis en la nube en la que estaba (Adrenalina + endorfinas a puñados en mi cerebro), si en ese momento hubiese venido un señor y me hubiese preguntado -¿Pero oiga caballero, cómo es posible que haya escapado de las garras del bosque malvado, nadie lo había hecho en años, cómo coño lo ha hecho?. Yo le hubiera mirado, hubiese dejado caer mis gafas de sol Ray-ban sobre mi cara y le hubiese dicho: -DEAL WITH IT.

deal

Tranquilos, que todo se paga…

Acababa de pasar el pueblo, y me encontraba entonces en un pequeño camino que discurre pegado al río. Se podía escuchar a los patos y un relajante ruido de agua correr. El camino no estaba iluminado más que por mi dinamo pero comparado con el bosque esto eran las 12 del medio día.

Gracias a los litros de adrenalina, no había sentido ningún cansancio y en determinado instante me invadió todo de golpe. Tenía las piernas doloridas, los brazos y la espalda rígidos de la tensión y todo esto me hizo querer cambiar a una marcha más baja…CRAACKK!! Un Sonido bestial procedente de mi entrepierna me sobresalta y hace que levante los pies de los pedales. La rueda trasera se me bloquea y empieza a derrapar mientras yo todavía estoy asimilando que no me haya pasado nada en la entrepierna. La bici se ladea hacia un lado, hacia otro…  se me ocurre que me voy a caer a río como no frene, así que agarro los frenos y me paro. Y mientras la luz de la dinamo va muriendo, miro. Mierda, se me ha salido la cadena.

– Maldita ciudad, o sea que aún no te has dado por vencida eh!? Pues conmigo no vas a poder, carroza-. A oscuras le doy la vuelta a la bici y me dispongo a meter la cadena. -Joder, qué coño le pasa… está como enganchada, a ver, (Intento estirar de la cadena), coño… Pero qué mierdas le pasa ahora?? (El nivel de tacos es proporcional a la indignación sentida) encima no veo un pimiento, será mejor que me acerque al pueblo donde sí había farolas y vea que le pasa. Me acerco a la farola más cercana al camino y me dispongo a comprobar que ocurre. Y como soy ingeniero espero que todos estéis pensando que esto lo tendría que resolver en un pis pas.

La cadena está salida, pero cuando intento engranarla con el piñón se queda bloqueada… lo que significa que probablemente haya una obstrucción, recorro la cadena y no parece haber ninguna. Entonces debe estar inmóvil por otra razón… Vamos a ver cuál es la parte inmóvil: Estirando veo que aquí no hay tensión, aquí no hay tensión.. Aquí Sí! Bien OSTIAS. ¿¿¿¡¡Pero ####!!?? Se ha quedado encajada la cadena entre los engranajes y el propio eje de la rueda! ¿Pero cómo se ha podido meter ahí? Es igual, ya he encontrado el problema, y la solución es: Tirar de la cadena hasta que se desenganche.

IMG_20150620_110146

-Dios, que dura está… humpfff vamooos, venga (ni un mm se movía). Voy a tirar un poco más fuerte que la cadena no creo que se rompa antes de desengancharse. Venga 1, 2 y Hmmppffff!! Joder sí que está encajada. Una vez más y humpff!!! Jodeer. Vale, a la mierda- me dije, -voy a estirar con todas mis fuerzas.- En el momento que me dije esto a mí mismo un leve escalofrío me recorrió la espalda… y me susurró: Oye Kevin, si no lo consigues vas a tener que volverte ANDANDO a casa … que es UNA HORA más de camino. Aquí no hay ni autobuses, ni gente a la que pedir ayuda, ni gasolineras abiertas ni nada. Con lo que la única solución será volverte andando, y entonces; sólo entonces, la ciudad te habrá ganado, y habrá conseguido joderte de verdad…

Estaba exhausto, llevaba un día matador a la espalda, pero aun así reuní todas las fuerzas que me quedaban para estirar de la maldita cadena. -Venga hija de puta a la de tres … Una, dos y…- Y empecé a tirar con todas mis fuerzas, la cadena se me clavaba en la mano como cuando llevas 17 bolsas de la compra. El dolor era jodido, pero es que lo contrario (no conseguir sacar la cadena) era mucho peor, así que eso me animaba  a seguir estirando con toda mi alma. Vamoooooos…. Vamoooooos, El bíceps totalmente tenso, al rojo vivo, las lumbares de la espalda me pedían a gritos que parara. Estaba tirando tan fuerte que incluso me dio miedo que se soltara de golpe y la rompiera… (Un miedo bastante absurdo porque la cadena no se estaba moviendo). -Cabrona muévete algo para darme ánimos- pensé. Cuando entonces una pequeña gota de sangre me sorprendió llegando a  mis nudillos cerrados… paré de estirar.

Tenia la mano empapada en grasa de la cadena y un poco de sangre. No me dolía la mano, me dolía el pecho. Mierda. De la cresta de la ola a que caerte de la tabla a veces los separa tan solo un instante. Y en ese momento acababa de caerme con todo el equipo. La ciudad, esta noche, me había vencido. Y ese pensamiento fue exactamente el que retuve: –Te han ganado.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

Epílogo

¡Y una mierda! ¡NO JODER NO! No pienso pensar así. Ahora mismo puedo ser dos personas:

– Un pobre chico al que se le ha roto la bici después de un día agotador y que ya no puede más, del cual hay que compadecerse.

– O un chico que está viviendo una aventura cojonuda y que está dispuesto a enfrentarse a TODO lo que le pase.

En ese momento decidí que quería ser el segundo. Agarré la bici, hice el cambio mental,  y me puse a correr hacia casa con la bici al lado. Me puse a correr a pesar de estar a oscuras. A pesar de llevar una bici al lado que no paraba de darme ostias con los pedales en la espinillas. A pesar de que la bici se me cruzó un par de veces y me caí encima suya, volando la mochila por encima de mi cabeza y haciéndome caer con más fuerza sobre la bici. A pesar de ello es mejor correr, porque quería llegar pronto a casa… y no iba a permitir que me lo impidieran.

 A veces la vida no te deja pedalear, por muy grande que sea tu convicción de hacerlo. Pero si no puedes pedalear, corre. Llegarás antes a los sitios que andando.  Esto no es una moraleja, la vida real no tiene de estas cosas.

Fin.

3 comments

  1. Anonymous · June 21, 2015

    JAJAJAJA. ¿lograste sacar la cadena al día siguiente o tuviste que ir andando al curro? Escribes increíble. UNa cosa, no conoces a alguien que en una de sus primeras aventuras motociclísticas se cayo a unas zarzas pinchudas y estuvo más de media hora enganchado incapaz de moverse porque si lo hacía caería por un precipicio???

    Like

  2. Pablo · June 22, 2015

    Es lo mejor que he leído en años. Estoy deseando que te pasen más cosas para poder leerlas. Ello implicará que te habrás salvado, una vez más. Y que cuando nos veamos entre la maleza y con locos asesinos alrededor, nos sirvas de inspiración para seguir corriendo.

    Like

  3. Eva · June 22, 2015

    Bravo, bravo!!!!!

    Like

Leave a comment